sábado, 22 de agosto de 2009

Berlin




Hoy los dejo con un poema que realizé en la estadía en Berlin. Y les recomiendo una canción alemana, muy conocida, llamada “Ich hab' noch einen Koffer in Berlin” que se traduce como "Yo tengo todavía una valija en Berlin". Aquí tienen el link de youtube: http://www.youtube.com/watch?v=d-BLoI-0aFc

Y aquí el poema creado por mí, todos los derechos reservados;

Estoy en Berlin, el alto cielo observando
Mi piel puede sentir un ambiente extraordinario.
Los árboles gigantes a mi izquierda están hablando
y la brisa entre ellos va jugando.

Leves voces se pueden oir en la oscuridad
que se mezclan con la poca luminidad,
engañosa pero con encanto particular.

La noche se agudiza, y los grillos se oyen cantar,
interrumpidos de entre cuando con algún auto pasar
mas el paisaje no deja de impresionar.

Bicicletas a menudo suelen estar pasando
y con el pedaleo van susurrando
todo el camino que han realizado

Entre horas un tren puedo apreciar
que le da movimiento a la ciudad
y con su sonido me hace imaginar
cuantas vidas vienen y van.

Santiago Vitale Berlin Sep 2008


viernes, 21 de agosto de 2009

Le Déjeuner sur l'Herbe (The Picnic) Manet


Édouard Manet Célebre pintor francés, uno de los iniciadores del impresionismo.

Hoy los dejo con una gran obra de este pintor, Manet, que generó bastantes controversias en su tiempo, pero pese a ello hoy es admirado, y observamos como siempre los vanguardistas en todo ámbito, son señalados, y luego hacen historia, es para reflexionar.

Le Déjeuner sur l'Herbe, El Desayuno en el campo, el reto le planteaba una realidad contemporánea, los bañistas del Sena, y la escena estaba reformulada en el lenguaje de los viejos maestros (el cuadro está claramente inspirado en la Fiesta campestre del Giorgione), compitiendo con ellos y, al mismo tiempo, subrayando las diferencias. Las escenas con el tema del ocio en el campo estaban ya muy enraizadas en el arte occidental y abundaban tanto en las ilustraciones populares como en el arte académico, pero el cuadro de Manet pertenece a un orden distinto, desconcertante por la evidente inmediatez con que se enfrenta al espectador.

Este cuadro obtuvo la repulsa unánime del público y la crítica. Sólo lo aceptaron y comprendieron sus compañeros los jóvenes pintores del momento. Lo que escandalizó no fue el desnudo en sí, sino el modo de presentación con vestimentas modernas y un cuerpo femenino vulgar, lejos de la perfección. Los críticos de hoy dicen que con esta actitud "se hizo evidente la hipocresía moral de la época." El crítico Ernest Chesneau (que años después sería el mayor entusiasta de la obra de Manet) escribió lo siguiente:
"El señor Manet tendrá talento el día en que aprenda dibujo y perspectiva; tendrá gusto el día en que renuncie a los temas que escoge con miras al escándalo... No podemos considerar como una obra perfectamente casta el sentar en el bosque, rodeada de estudiantes con boina y gabán, una joven vestida solamente con la sombra de las hojas... El señor Manet quiere alcanzar la celebridad asombrando a los burgueses."